Última actualización 26/05/2023 por myspanishsoul
En el momento en el que ese churumbel al que llamas hijo puso un pie en este mundo, se acabó el mundo tal y como lo tenías concebido hasta ese momento. El centro de gravedad cambió. Ya te lo habían avisado, pero aun así te pilló desprevenida. Muchas de nosotras decidimos emprender tras la maternidad. Pero esta entrada sirve para cualquiera que se haya propuesto una meta y tenga niños en casa. Ya se trate de emprender, hacer carrera profesional o aprender un idioma desde cero. Como cuando me propuse aprender alemán con éxito. Hoy, después de dos años y medio haciendo muchos malabares, te cuento mi estrategia para emprender con hijos y no morir en el intento.
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Los hechos son los hechos
Y es que la mayor desventaja que le veo a emprender con hijos, es que tenemos la excusa perfecta para escondernos detrás de ella. A diferencia de todos esos hombres y mujeres que se lanzan a la aventura de emprender en solitario. Los que lo hacemos con una familia detrás, tenemos una mochila adicional, sin duda. Pero también una debilidad por excusarnos detrás de la misma. Emprender en Alemania o en cualquier otra parte del mundo implica superar muchos retos. Aunque también conlleva un alto índice de satisfacción cuando piensas que eso que lleva otro, lo has creado tú.
La gran diferencia entre un emprendedor con éxito y otro sin éxito, son el foco y la constancia. Con estos dos ingredientes ya puedes hacerte con un equipo de fútbol de Minis, porque no habrá quien te pare. Ahora bien, mantener foco y constancia con una pandilla de Minis en casa es mucho más complicado que sin ella. Esto es así. Por eso, emprender con hijos y además con éxito va a depender de tu capacidad de evolución y mejora. Empezando por los puntos que te comento a continuación:
Falta de tiempo
Es la frase recurrente de cualquier emprendedor. Y ya no digamos de aquellos que emprenden con hijos. Sin embargo, creo firmemente que lo verdaderamente importante no es el número de horas que le dedicas a tu proyecto, sino cómo empleas el tiempo del que dispones y sobre todo, donde tienes la cabeza en cada momento. Estoy hablando del foco. En mi caso tengo que lidiar con los horarios en Alemania. Esto implica que la tarde vuela porque cenamos a las 7 de la tarde para poder acostar a los niños a las 8. Cuando es necesario, echo algunas horas extra después. Aunque reconozco que esto hace que al día siguiente no me rinda el tiempo igual.
Tu situación es la que es. Tu pareja, tu casa, tu trabajo por cuenta ajena que mantienes mientras que te lanzas con tu emprendimiento. La situación es la que es y no la vamos a cambiar. No pierdas tiempo y energía intentando cambiar algo que no está en tu mano. Organízate y ponte manos a la obra con aquello que sí puedes cambiar: aumenta tu productividad.
A todos nos falta el tiempo para levar a cabo todo lo que nos gustaría. La clave está en organizarnos y sobreponernos a nuestras limitaciones:
La magia sucede cuando tus ganas de conseguir algo —en este caso emprender — son más poderosas que tus limitaciones de tiempo.
Ana Sánchez
¿Cómo emprender con hijos?
Emprender con hijos requiere buscar ayuda
Otro pilar fundamental para emprender con hijos con éxito es contar con ayuda. ¿Por qué?
Porque ya has aprendido a controlar las expectativas y eso comienza por ti misma: no vas a llegar a todo.
Durante un tiempo yo lo intenté. Casa, niños, trabajo, comida, lavadoras… El final no te sorprenderá: infelicidad al máximo nivel. Agotamiento y mucho sentido de culpabilidad. Si no lo has intentado aún, no malgastes el tiempo intentando llegar a todo. Siéntate contigo misma y haz una lista de todas las actividades y tareas que tienen que salir adelante en el día a día. Una vez la tengas, sé honesta contigo misma y piensa en cuáles de ellas puedes delegar. Si no total, al menos parcialmente.
Tareas personales que se pueden delegar con facilidad:
- Tareas del hogar tipo limpieza. No hace falta tener una interna. Seguramente sea suficiente con que una persona venga a casa una o dos veces por semana.
- Cuidado de los niños a tiempo parcial. Dependiendo del horario de cole que tenga, seguramente te dé la vida que una tarde a la semana venga alguien a estar con ellos un par de horas o tres. También te valdrá para esos días imprevistos en los que tienen que quedarse en casa porque no se encuentran bien o por cuarentenas varias.
Mantén controladas las expectativas
Lo has escuchado muchas veces y ahora toca ponerlo en práctica. No tiene nada que ver tirar de un proyecto si estás sola, a si tienes una familia detrás. Cuando estudiaba en la universidad o trabajaba por cuenta ajena, no paraba de trabajar hasta que no terminaba con aquello que me había propuesto. Esto con hijos, ya no vale. Si los tienes, seguro que ya lo has experimentado. Y es que ese clásico de que piensas que vas a necesitar dos horas para algo y después se convierten en cuatro, te obligará a sacar una mejor versión de ti misma.
Ya sea planificando la semana o calculando el tiempo que vas a necesitar para una tarea concreta. Vas a tener que aprender a dejar «espacios en blanco» para imprevistos o actividades que te han llevado más tiempo del que habías planificado en un principio.
Controla tus niveles de energía
Este es otro clásico de la maternidad a tiempo completo, sobre todo. Si además le sumas emprendimiento, entonces se convierte en una bomba a punto de estallar. Que levante la mano, la que no se ha olvidado de sí misma en algún momento de la maternidad. Pues esto, cuando emprendes, también puede pasar. Y si hablamos de emprender con hijos, entonces con más motivo todavía. Con el tiempo he aprendido algo fundamental que nos funciona a todas: somos el motor de nuestras vidas. O creo que, al menos, deberíamos serlo. Por eso, es crucial que a la vez que cuidamos de los demás, cuidemos también de nosotras mismas. Para ello debemos vigilar nuestros niveles de energía. Cuidando nuestras rutinas y dedicando tiempo no solo a ser productivas o a estar con nuestros retoños, sino también a recargar pilas. Deporte, paseos, quedadas con amigas, meditación, una tarde de compras, peli y manta… Lo que sea, pero hazlo. Añádelo al calendario como una actividad más y cúmplelo. Te garantizo que en ningún caso será una perdida de tiempo, sino todo lo contrario, impulsará tu productividad.
Busca un hueco para cada momento del día
En la línea de todo lo anterior. Hubo una época, no hace tanto tiempo, en la que cuando estaba con los Minis pensaba en el trabajo y cuando estaba trabajando me sentía mal por no estar con los Minis. ¿Te suena? Lo llaman culpa y es, sin duda, un fiel compañero de viaje en esta aventura que es la maternidad. Pues bien, si realmente te has propuesto emprender con hijos, vas a tener que lidiar con ella.
Y déjame que te diga una cosa, no tienes por qué sentirte mal por querer progresar en la vida.
Por marcarte como objetivo sacar adelante un proyecto que no solo te va a llevar a ti a donde te has propuesto, sino que de eso se beneficiarán también todos los que te acompañan en el camino.
Tú estás al mando. Tú decides el tiempo que le vas a dedicar a cada cosa. La clave está en el equilibrio. Tus hijos no van a ser Minis toda la vida. Crecerán y conforme lo hagan, te necesitarán menos.
Por eso, no tengas prisa.
Disfruta de que son pequeños y te necesitan, aunque ello implique que no podrás dedicarle todas tus energías a tu proyecto emprendedor. La clave está en mantenerte. Llevarlo todo para adelante, pero no al mismo tiempo. Guardando el equilibrio. Una cosa después de otra. Siempre con un objetivo en mente que te marque el rumbo. ¿Y un «para qué»? En tu mente que te empuje cuando las fuerzas fallen.
Implica a tus hijos en tu negocio
Dependiendo de la edad que tengan tus hijos, es posible que sean conscientes del tiempo que dejas de estar con ellos para dedicárselo a tu negocio. Muchas noches, mientras cenamos o antes de acostarles, nos contamos como ha ido el día. Aún son pequeños para entender que su madre ha creado una marca de calzado infantil con diseño clásico y atemporal y fabricación española. Sin embargo, ellos saben que su madre vende zapatos. Y cada vez que nos llegan nuevas muestras, son los primeros que quieren probarlas.
Emprender un negocio es una forma de crecer personalmente. Te hace convertirte en una mejor versión de ti misma, ya que inevitablemente hace que afrontes retos y limitaciones casi a diario.
Sin duda, emprender con hijos o sin ellos lleva aparejado una curva de aprendizaje bien empinada. Pero además implica valores que yo, sin lugar a dudas, quiero transmitirle a mis hijos. Por ejemplo, el valor del esfuerzo y el trabajo. El valor de los sueños y de la ilusión porque se cumplan. Y el valor de que las limitaciones, la mayoría de las veces, solo existen en nuestras cabezas. Si somos capaces de convencernos a nosotros mismos, entonces lo seremos realmente.
Pues hasta aquí mi resumen sobre lo que para mí significa emprender con hijos y las pautas a seguir para, no solamente no morir en el intento, sino evolucionar y convertirte en una versión 3.0 de ti mismo. ¿Alguna otra idea que te gustaría añadir? No te lo pienses y escríbela en tus comentarios.
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